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Bestiario de Luis Gueilburt

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Fotografia de Facu Aguirre, Bronce y canto rodado, 0,44x0,30x0,18m  ANIMALES ESFÉRICOS La esfera es el más uniforme de los cuerpos sólidos, ya que todos los puntos de la superficie equidistan del centro. Por eso y por su facultad de girar alrededor del eje sin cambiar de lugar y sin exceder sus límites, Platón (Timeo, 33) aprobó la decisión del Demiurgo, que dio forma esférica al mundo. Juzgó que el mundo es un ser vivo y en las Leyes (898) afirmó que los planetas y las estrellas también lo son. Dotó, así, de vastos animales esféricos a la zoología fantástica y censuró a los torpes astrónomos que no querían entender que el movimiento circular de los cuerpos celestes era espontáneo y voluntario. (Más de quinientos años después, en Alejandría, Orígenes enseñó que los bienaventurados resucita-rían en forma de esferas y entrarían rodando en la eternidad.) En la época del Renacimiento, el concepto del cielo como animal reapareció en Vanini; el neoplatónico Marsilio Ficino habló de los

Talos

TALOS Los seres vivos hechos de metal o de piedra integran una especie alarmante de la zoología fantástica. Recordemos los airados toros de bronce que respiraban fuego y que Jasón, por obra de las artes mágicas de Medea, logró uncir al arado; la estatua psicológica de Condillac, de mármol sensible; el barquero de cobre, con una lámina de plomo en el pecho, en la que se leían nombres y talismanes, que rescató y abandonó, en Las Mil y Una Noches, al tercer mendigo hijo de rey, cuando éste hubo derribado al jinete de la Montaña del Imán; las muchachas "de suave plata y de furioso oro" que una diosa de la mitología de William Blake apresó para un hombre, en redes de seda; las aves de metal que fueron nodrizas de Ares; y Talos, el guardián de la isla de Creta. [NOTA: A la serie podemos agregar un animal de tiro: el rápido jabalí Guillinbursti, cuyo nombre quiere decir "el de cerdas de oro", y que también se llama Slidrugtanni, "el de peligrosos colmillos". &qu